Qué es la Fotografía Macro ¡Equipo y Trucos!

¿Has visto alguna vez una fotografía de objetos muy pequeños, como por ejemplo una moneda o un insecto? ¿Y a la hora de intentar imitarla te has dado cuenta de que no puedes? En ambos casos, estás ante lo que se conoce como “fotografía macro”.

Sin alargarme demasiado, esta disciplina es la que te permite fotografiar cosas desde muy cerca, normalmente a sujetos pequeños, de modo que en tu imagen aparecerán iguales o más grandes de lo que son.

Se trata de un tipo de fotografía muy llamativo y, en ocasiones, difícil de llevar a cabo. Pero teniendo claros unos cuantos conceptos, ya mismo no tendrá ningún misterio para ti.

Una de las mayores barreras que tienes que salvar para hacer fotografías macro es la de la distancia mínima de enfoque. ¿Te ha ocurrido que, si te acercas demasiado al protagonista de tu foto, de modo que casi lo tocas con el objetivo, el autoenfoque se vuelve loco y te resulta imposible enfocar? ¿Y que ni siquiera puedes hacerlo manualmente? Esto es debido a que las lentes no pueden enfocar nada más cercano que lo que establezca su distancia mínima de enfoque. Generalmente, viene indicado en el cuerpo del objetivo y suele ser una distancia de unos cuantos centímetros.

Entonces, ¿cómo realizas una fotografía macro si no puedes acercarte tanto a lo que quieres fotografiar? 

Pues tienes varios modos de hacerlo a tu alcance, que dependen en gran medida de lo que te quieras gastar o de la calidad que necesites conseguir. El mundo de la fotografía macro es muy interesante pero también caro, puesto que algunos accesorios, como los propios objetivos macro, suponen un desembolso importante.

Sin embargo, existen unas cuantas alternativas más baratas y con las que podrás dar rienda suelta a tu imaginación.

Pero antes de mostrártelas, déjame darte unos apuntes importantes sobre este tipo de fotografías. Independientemente del método que uses para sacar adelante tus imágenes macro, debes tener en cuenta que trabajarás con una profundidad de campo muy pequeña. Por ello, lo ideal es que tengas un buen manejo del autoenfoque de tu cámara e incluso que lo ajustes tú mismo de forma manual, girando la rueda del objetivo.

Además, es muy aconsejable el uso de trípode y de disparador externo para evitar vibraciones y movimientos que podrían dar al traste con tus fotos. Y a la hora de ajustar los valores de tu cámara para conseguir una exposición correcta, no deberías usar diafragmas ni muy abiertos ni muy cerrados; los primeros minimizarán aún más la profundidad de campo y los segundos pueden hacer que pierdas nitidez. Así que es mejor que te muevas en aperturas intermedias.

¿Qué material necesito para hacer fotografías macro?

Objetivos macro

Lo ideal para esta disciplina son los objetivo macro. Su principal diferencia con respecto a los modelos convencionales es que cuentan con una distancia mínima de enfoque muy pequeña.

Esto te permite acercarte enormemente al sujeto y enfocarlo. Pero claro, suelen ser caros y, a no ser que vayas a realizar muchísimas fotos de este tipo, puede que no te merezca la pena la inversión. Además, cuanto más teleobjetivo sea una lente macro, más interesante será, lo que también se refleja en el precio. 

Tubos de extensión 

Esta es una opción mucho más barata y que te permite convertir cualquiera de tus lentes en una macro. Se trata de unos tubos que se pueden usar de manera independiente o combinándolos, y que se sitúan entre tu objetivo y tu cámara.

Vienen con una bayoneta compatible para según el modelo de cámara que uses y reducen la distancia mínima de enfoque a cambio de sacrificar un poco de luz.

Los hay de dos tipos. Unos simplemente alejan el objetivo de la cámara, por lo que pierdes los controles del autoenfoque.

En tal caso, tendrás que enfocar manualmente girando el anillo. Y otros incluyen pines metálicos que hacen que siga habiendo comunicación entre la lente y la cámara, pudiendo así usar el autoenfoque.

Lentes de aproximación 

Son un accesorio que se le añade a la parte final del objetivo y, como si de una lupa se tratase, contiene un cristal de aumento que hace que la imagen que pasa a tu sensor esté agrandada. Sin embargo, se suele perder bastante calidad por el camino.

Girar el objetivo o usar anillos inversores 

¿Cómo que girar el objetivo? Efectivamente, aunque pudiera parecer extraño, un buen modo de realizar fotografía macro es girando manualmente cualquier objetivo, es decir, poniéndolo al revés.

Es el modo más barato jaja. Si lo sostienes con una mano, al revés y pegado a la bayoneta (en la que obviamente no encajará de tu cámara, te puedes acercar mucho más a cualquier sujeto. Pero debes tener cuidado, ya que, al no estar sellado el espacio entre lente y cámara, puede entrar suciedad a su interior. 

Otro modo de hacer esto es usando anillos inversores. Estos te permiten anclar el objetivo del revés a la cámara, evitando así que tú tengas que sostenerlo, lo que te ayuda a evitar la entrada de suciedad.

No obstante, ten en cuenta que en ambos casos perderás cualquier tipo de comunicación con tu objetivo, por lo que no podrás controlar ni la apertura del diafragma, ni el enfoque automático, ni el manual. Así que para conseguir el resultado que buscas tendrás que acercarte o alejarte del sujeto haciendo pruebas hasta que lo consigas.

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Técnicas para buenas Fotos Macro

Ajusta correctamente los valores de tu cámara 

Como ya vimos, cuanto más cerca está el objeto de la cámara, menor es la profundidad de campo... y en la foto macro, los objetos están muy cerca. De modo que debes prestar especial atención al uso que haces de tu diafragma.

Como te decía antes, puedes caer en la tentación de cerrarlo mucho, para así ganar superficie enfocada. Pero entonces tu sensor recibirá mucha menos luz. Y si lo abres al máximo, ganarás mucha luz, pero la profundidad de campo será de unos pocos milímetros. Por lo que deberás encontrar un equilibrio que dependerá en gran medida de lo que estés fotografiando y las condiciones de luz con que cuentes en cada momento.

Algo parecido sucede con la velocidad de obturación. En fotografía macro lo que te interesa es congelar la escena, lo que inevitablemente te lleva a tener que usar velocidades rápidas, normalmente, y sobre todo cuando la practicas al aire libre, agentes externos como el viento pueden hacer que tu sujeto no pare de moverse.

Así que tendrás que compensar la poca luz que se obtiene al disparar rápido con una buena iluminación, como acabas de ver. Y si no cuentas con una fuente de luz adicional, tendrás que recurrir a aumentar la sensibilidad ISO a costa de perder algo de calidad en tu imagen.

Usa el flash para garantizar una buena iluminación 

La fotografía macro suele requerir de mucha luz, porque por lo general, hay que tirar a diafragmas no muy abiertos, y a velocidades de obturación rápida en caso de insectos, así que la luz natural no suele ser suficiente. 

Existen modelos de flashes ideados específicamente para este tipo de imágenes, como es el caso del flash anular. Este último tiene forma de anillo y se colocan rodeando el objetivo, de tal manera que la luz llega completamente frontal, lo que no provoca ninguna sombra, así que son ideales para complementar la luz natural, suavizar luz, o crear imágenes uniformes

Es preferible usar el enfoque manual

Al fotografiar cosas tan pequeñas con tan poca profundidad de campo, y aunque las condiciones lumínicas sean perfectas, tendrás que pelearte con otro obstáculo: el enfoque. Si ya de por sí es importante, en fotografía macro lo es aún más.

De modo que, en la mayoría de los casos, lo mejor será que optes por utilizar el enfoque manual. Además, si tu cámara dispone de vista en live view, es aconsejable su uso. Así, combinando ambos factores, podrás tener un mayor control de la superficie enfocada, ya que puedes variarlo muy poco a poco mientras vas girando la rueda de enfoque de tu objetivo. Y si además optas por visualizar la escena desde el LCD de la cámara, se te abren algunas otras posibilidades como la posibilidad de ampliarlo gracias a la función que la mayoría de modelos incorpora.

Utiliza trípode y disparador externo 

Siempre que puedas, dos accesorios que pueden significar la diferencia entre una buena fotografía macro y una que no lo sea, son el trípode y el disparador externo. 

Teniendo en cuenta todo lo que acabas de ver, en esta disciplina aún te queda lidiar con un último inconveniente: tú mismo. Al trabajar con sujetos tan pequeños, es posible que una simple variación de tu postura al fotografiar, o el más mínimo temblor en tu pulso a la hora de accionar el disparador puedan, dar al traste con todo el esfuerzo anterior. 

Para evitarlo, el trípode es una de las mejores herramientas con las que puedes contar. Y es que si tu cámara descansa sobre él, tendrás vía libre para ajustar el enfoque manualmente sin que te estés moviendo constantemente, lo que asegurará que claves el foco allá donde quieras. A lo que, además, podemos sumarle el uso de un disparador externo. 

Enchufado en la cámara mediante cable o de forma inalámbrica, te evitará posibles vibraciones al pulsar el botón disparador. 

En fotografía macro no hay un modo correcto o incorrecto de hacer las cosas, pero siguiendo estos consejos te asegurarás unos buenos resultados. 

Existen muchas otras disciplinas en las que puedes especializarte, como la publicidad, la fotografía de producto o bodegón, la fotografía de guerra, el periodismo o incluso el autorretrato. No dejes de explorar y conocer todas las posibilidades que nos ofrece el mundo fotográfico

Kike Arnaiz