Composición fotográfica ¿Qué es? Tipos y Reglas
Componer es ordenar los elementos que aparecen en nuestro encuadre para provocar diferentes sensaciones al espectador. El colocar el centro de atención de la imagen en un sitio u otro dentro de la fotografía puede suponer que la imagen transmita cosas muy diferentes.
En este artículo vamos a ver una introducción a la composición visual, pero quiero que sepas que este es un mundo muy grande y que proviene principalmente de la pintura.
Así que si quieres llevar tus fotografías a otro nivel, te recomiendo que explores más sobre el maravilloso mundo de la composición.
O directamente que le des un vistazo a mi curso completo de composición fotográfica.
Tipos de plano
Primero de todo, vamos a ponerle nombre a los encuadres. Siempre tomaremos como referencia un retrato de una persona para ver cómo podemos llamar a cada tipo de foto, según el ángulo que lleguemos a abarcar.
General
Abarca mucho paisaje o escena y la persona ocuparía solo una parte de la imagen.
Plano figura o entero
El protagonista es la persona, donde podemos verla entera, de cabeza a pies.
Plano americano
La persona sale recortada por encima de las rodillas. Se llama americano porque es donde llevaban los revólveres los cowboys en las películas western.
Plano medio largo
Corte por encima de la cintura.
Plano medio corto
Corte por encima del pecho.
Primer plano
Corte en los hombros, para destacar el rostro de la persona.
Primerísimo primer plano
Únicamente sale la cara de la persona, como de la frente al mentón
Plano detalle
Puede ser un detalle del rostro, como el ojo, pero no necesariamente de una persona, también pueden ser objetos.
El Aire en la Composición
A todo el espacio que rodea a la figura principal, y que sale dentro del encuadre, lo llamamos aire. De tal manera que un plano general tendría mucho aire, y un primerísimo primer plano no tendría aire.
Es importante jugar con el aire en nuestras composiciones, si dejamos mucho aire puede dar sensación de libertad, si dejamos poco, puede dar la sensación de lo contrario. Es habitual cuando hacemos retratos, dejar un poco de aire siempre por encima de la cabeza, si no, puede generar tensión visual.
Además, nuestra mente entiende el encuadre como si fueran cortes de la realidad. Así que no conviene “cortar a las personas” por sus articulaciones. Si haces un encuadre cortando por los tobillos, rodillas o codos, puede dar una sensación extraña de mutilación.
Ángulos de Visión
En función del ángulo desde donde hagamos la foto al sujeto, el encuadre tendrá un nombre diferente. Comúnmente se llaman así:
Ángulo cenital
Completamente hacia abajo, a vista de pájaro. Da la sensación de que estamos viendo un mapa, el mundo desde arriba, una estructura… no es un ángulo muy común y por eso verlo a veces nos impacta.
Ángulo picado
Desde arriba hacia abajo, puede dar la sensación de que los objetos o personas son más pequeñas porque los estamos mirando desde arriba.
Ángulo normal
A vista humana, como si estuviera hecha la foto por una persona de pie mirando al frente. Es lo que más simula la realidad y la normalidad.
Ángulo contrapicado
El contrario al picado, sería desde abajo hacia arriba, y aquí las figuras pueden parecer mucho más grandes y exaltadas. Puede dar sensación de soberbia y grandeza. Si queremos que algo parezca más grande, fotografiémoslo desde abajo.
Ángulo nadir
El contrario al cenital, desde abajo hacia arriba, a vista de hormiga. Es el ángulo menos común de ver en fotografía, sobre todo se usa en fotografía de edificios y ciudades, o para innovar generando puntos de vista llamativos.
Reglas de Composición
Las fotografías, al igual que las obras de arte y de literatura, también las leemos. Nuestro cerebro tarda unos microsegundos en leer la imagen y los ojos van de un lado a otro recorriendo todos los puntos de ella.
Nuestra misión como fotógrafos es dirigir cómo va a leer el espectador nuestra foto y qué orden queremos que siga, dónde queremos centrar su atención, y qué historia queremos contarle.
Componer supone jugar con pesos visuales, líneas, puntos, tonos, ritmo, formas, equilibrios… Y aunque las leyes de composición son relativas si que hay determinadas colocaciones del encuadre que suelen llamar más la atención, te las cuento:
Regla de los tercios
Si divides la imagen con dos líneas verticales y dos horizontales, de forma proporcional, tendrás la división por tercios. Utilizar estas líneas para colocar elementos suele ser agradable a la vista, da sensación de armonía y de una composición equilibrada. Además, si quieres que algo llame la atención, puedes colocarlo en los puntos donde convergen estas líneas.
Horizontes
De hecho, la colocación del horizonte también suele hacerse siguiendo la regla de los tercios. Es habitual, para generar equilibrio, que el horizonte quede lo más recto posible sobre la línea de uno de estos tercios. Si es en el de arriba, darás más protagonismo a la tierra o agua, si es en el de abajo, darás más protagonismo al cielo.
No es muy habitual componer situando el horizonte en el centro de la fotografía, a no ser que se busque un efecto de simetría, ya que a la vista queda más armonizada estando en uno de los tercios.
En esta foto podéis ver cómo el horizonte queda colocado en el tercio inferior, y el sujeto en un tercio vertical. Además, la cabeza coincide justo en la convergencia de dos tercios, lo que provoca una sensación total de armonía.
Espacios negativos
Pero no siempre tienes por qué colocar el horizonte en los tercios. Puedes colocarlo en la parte alta o en la parte más baja, generando así una sensación de espacios vacíos. Lo mismo sucedería si fotografiamos algo que es el punto de atención y el resto de la imagen no tiene mucha información.
De esta manera podemos provocar sensaciones como aislamiento, soledad o incluso paz.
El orden de lectura
En la mayoría de países de occidente leemos los libros de izquierda a derecha. Es por eso que, cuando leemos una imagen, también solemos hacerlo de izquierda a derecha.
Ten en cuenta esto a la hora de componer, seguramente algo que coloques en el lado izquierdo de la imagen tendrá más peso visual.
Ten en cuenta esto a la hora de componer, por ejemplo, esta escalera. Si la lees de izquierda a derecha, puedes ver una escalera de bajada. Si la lees de derecha a izquierda, una escalera de subida. Puedes jugar con esto en tus fotos para provocar diferentes sensaciones.
Juega con las líneas
Como hablábamos, podemos dirigir el orden en el que el espectador lee nuestras fotos. Las líneas en las fotos pueden ayudarnos a dirigir hacia algún punto. Estas líneas pueden ser horizontes, ramas de árbol, edificios, personas… fíjate en cualquier contorno que pueda dibujarte unas líneas en tu fotografía. Un ejemplo muy claro son los puntos de fuga, que son
líneas que, por la perspectiva, nos llevan todas hacia un mismo punto. Como una carretera que va recta hacia el horizonte
Las miradas
Los humanos somos los que generamos mayor peso visual en una imagen. Vamos a buscarnos a nosotros mismos en la foto, y por eso somos los que más llamamos la atención. Y nuestros ojos cuentan historias.
Si fotografiamos a una persona mirando hacia la derecha, en seguida nuestros ojos van a ver qué hay a la derecha de ese sujeto, ¿A dónde mira?.
Ten en cuenta que las miradas nos dibujan líneas imaginarias, y ya hemos visto el potencial de componer con las líneas.
La simetría ¿Qué es?
Los elementos simétricos y reflejos pueden provocar sensación de armonía, puedes jugar a encontrarlos y representarlos en fotografías, suele
ser muy atractivo. Este tipo de fotos puede quedar muy bien con la composición en el centro.
Y esto no acaba aquí
Te recomiendo que vayas al mejor museo de tu ciudad donde tengan arte clásico, y observes con detenimiento la composición de los cuadros más famosos. ¿Dónde van las líneas? ¿Dónde han colocado al sujeto? ¿Qué colores han utilizado?
Existen muchas otras formas de componer, cómo utilizar la proporción áurea, el tono, la intensidad, jugar con la percepción… Si quieres saber más, te invito a mi curso visual de composición donde vemos todas las reglas avanzadas y analizamos fotografías en detalle.