¿Qué es la Temperatura de color?
¿Has hecho una foto y te sale muy azul? ¿O muy naranja? Eso es porque la luz tiene una temperatura de color, y la cámara tiene que ajustar su termómetro para saber qué temperatura tiene la luz que va a fotografiar para representarla correctamente. Este proceso se llama realizar un balance de blancos.
¿Qué es la Temperatura de color?
Se trata de un ajuste manual o automático que podemos hacer en la cámara para que los blancos salgan representados como blancos en la fotografía, y los negros como negros. Es decir, sin dominantes de color. Con un balance incorrecto, las imágenes puede tener tintes de color y representaciones no acordes a lo que vemos con nuestros ojos.
¿Cómo se mide la temperatura de las fotos?
La temperatura de color se mide en grados Kelvin (K), aunque por lo general nuestra cámara nos deja ajustarlo por modos (Soleado, nublado, tungsteno…). Los propios nombres nos indican en qué situación conviene usar cada uno de ellos.
El más habitual de usar es el de luz día (unos 5500K), pero si estamos en una zona con sombras o lluvia, igual conviene cambiar de modo. Lo mismo si nos metemos a un interior y hay luces fluorescentes con otros colores.
Algunas cámaras avanzadas nos permiten manejar la temperatura en grados kelvin para ser más precisos, o incluso realizar una medición manual del balance de blancos. Pero lo más usual es utilizar los modos ya ajustados que nos ofrece la cámara.
Por lo general, las cámaras trabajan muy bien en AWB (Auto White Balance), que es un modo automático de temperatura de color, así que salvo que quieras tener un control exacto del color o quieras hacer algún efecto creativo, puedes ajustarlo en este modo y dejar que la cámara reconozca la temperatura.
Además, si disparas en RAW (más adelante hablaremos de esto), no tienes que preocuparte por la temperatura porque la podrás cambiar luego sin pérdidas.
Si quieres aprender fotografía, te invito a echarle un vistazo a mi curso online de iniciación a la fotografía.
El matiz
Algo también relacionado con el balance de blancos es el matiz, un ajuste más avanzado que nos permite configurar solo algunas cámaras. Este representa que las imágenes tengan un tono más magenta o verde, que son complementarios. La idea es que la foto salga con los colores más reales posibles, así que si nuestra cámara lo está representando de forma muy verdosa, podríamos añadir algo de magenta para compensar, y viceversa.
¿Qué temperatura de blancos utilizar?
Ahora es decisión tuya si quieres elegir una temperatura de blancos correcta o si quieres “engañar a la cámara” eligiendo un modo que no es el correcto para dar algún efecto visual. Por ejemplo, dar más sensación de calidez a un retrato con una temperatura más cálida (naranja), u dando la sensación de frío a un paisaje invernal con una temperatura más fría (azul).
Ejercicio práctico: Day for Night
¿Sabías que muchas escenas de películas nocturnas no se graban en la noche, sino a plena luz del día?
Esta técnica se hizo famosa por la película La Noche Americana. Lo que hacen es ajustar una temperatura de color muy fría para que en vez de la luz del sol, parezca la luna.
Una escena grabada durante el día la pones de color muy azul… y puede llegar a parecer de noche.
También puedes poner geles de color azul a las luces para que iluminen con un tono más frío.
Puedes hacer la prueba tú mismo, sal a hacer fotos durante el día, no saques elementos que puedan chivarnos que es de día, y pon una temperatura de color fría. Además, si subexpones un poco la imagen, dará la sensación de más oscuridad y parecerá de noche.