¿Cómo hacer un retrato? 10 Tips para un retrato perfecto
En este artículo Bambú y Kike te enseñamos 10 tips o técnicas que nosotros aplicamos para hacer retratos y tratar con los modelos. Esto último es algo que muchas veces suele ser difícil de conseguir, pero en el punto 6 te contamos nuestro secreto para generar confianza con las personas que fotografiamos.
Si quieres aprender cómo hacer un retrato, debes leer y repasar cada uno de los 10 tips que te mostramos a continuación.
1. TU TERCERA MANO
No te lo tomes como algo anatómico, no tienes que hacerte un implante o similar. Pero si que quiero que la cámara empiece a formar parte de ti, tanto que la sientas como un miembro más de tu cuerpo, algo inseparable. Y de la misma forma que puedes escribir sin pensar cómo hacerlo, o que puedes caminar sin pensar cómo hay que mover las piernas, deberías manejar la cámara de la misma manera.
Así que, antes de lanzarte a intentar conseguir la sonrisa perfecta, la mirada penetrante o la historia inquietante de un retrato perfecto, primero, familiarízate con tu cámara. Está bien leerte el libro de instrucciones, pero lo mejor que puedes hacer es dedicar el máximo de horas a practicar, salir ahí fuera y disparar mucho.
Que los botones de la cámara sean parte de tu brazo. Que los conocimientos teóricos los tengas tan interiorizados, que a partir de ahora, no tengas que pensar más en la técnica, y puedas centrarte completamente en el retrato. Cuando dispares, no deberías estar pensando en: “si pongo esta velocidad, ¿qué diafragma tengo que usar para… ?” No.
Lo ideal es que eso fluya solo. Que cuando tengas a una persona delante, ocupes tu mente en: ¿Cómo puedo hacerle sonreír? ¿Cómo puedo conseguir una mirada más profunda? Y llegar a eso solo es una cuestión de práctica y tiempo. Fórmate todo lo que puedas, lee libros, mira vídeos y cursos de iniciación a la fotografía e interiorízalo bien antes de adentrarte en la especialidad del retrato.
2. LA ILUMINACIÓN ES LA CLAVE
Esto ocurre en cualquier tipo de fotografía. La fotografía es luz, lo es todo para nosotros. De nada sirve tener un rostro ideal para un retrato, si lo iluminamos mal.
Existe la luz dura y la luz suave… seamos conscientes en cada momento de qué nos compensa más para cada retrato:
¿Queremos favorecer el rostro de la persona para aumentar su sensación de belleza? Usemos difusores, reflectores… busquemos una luz suave.
¿Queremos hacer algo más contrastado y provocar sensaciones diferentes? Prueba con luces directas y duras.
Además de elegir el tipo de luz perfecta, también hay efectos que podemos conseguir con la luz, por ejemplo… ¿por qué no pruebas a dejar media cara iluminada y media en sombra? O también puedes probar con un contraluz, y dejar a la persona en silueta. Una silueta también puede representar a una persona y convertirse en un retrato muy potente.
Si aún no eres un experto de la iluminación y no sabes cómo usar el color, la difusión y reflexión, etc… No te pierdas nuestro curso en vídeo de retrato profesional. Ahí encontrarás un capítulo completo dedicado a la iluminación, tanto con luz natural, como con flash y luz continua.
3. HAZ AMIGOS
Vas por la calle, encuentras una persona que te gusta, le haces una foto rápida… y te vas. Igual has tenido la suerte de tu vida y has conseguido una gran foto, pero… ¿quieres destacar en el mundo del retrato y sacar lo máximo de cada persona?
Entonces… haz amigos.
Y cuando digo amigos, me refiero sobre todo a que conozcas un poco a las personas antes de retratarlas. Dedica un rato a hablar con ellos, a establecer una confianza. Así podrás observar con detenimiento sus rasgos, su personalidad, las características de esa persona que más quieras destacar en tu fotografía.
Esto servirá, no solo para que la persona retratada tenga más confianza en ti, te abra las puertas de su casa y se sienta más cómoda delante de la cámara… sino que será un gran favor para ti también. Así además podrás dedicarle más tiempo al retrato y te sentirás más cómodo con la situación.
4 CUIDA EL ENTORNO
Sí, el medio ambiente también. Recicla, y todo eso… pero para el retrato, me refiero al entorno que rodea a la persona. Es decir, al fondo.
Pero el fondo no solo significa lo que sale “detrás de la persona”, sino también lo que puede salir a su lado, delante, o incluso la silla sobre la que está sentada. Si cuidaste el punto 3 y te hiciste amigo de esa persona, pudiste conocer más sobre ella y los valores que le representan.
Utiliza su personalidad para contar una historia, pero no sólo con su cara y con su ropa, sino con el entorno que le rodea. Si ves elementos que despistan en el encuadre, intenta sacarlos de la escena. Si no puedes quitarlos con la mano, busca otro encuadre diferente, cierra el plano… pero un buen retrato puede verse arruinado por un fondo poco interesante, o porque de repente te sale el suelo lleno de basura, o una mancha indeseada.
5 CADA QUIÉN TIENE SU FOCAL
¿Sabías que el zoom no es solo para hacer fotos de lejos?
Utilizar una distancia focal larga te ayuda a captar cosas que están a distancia, pero también tiene otros efectos: el volumen queda más plano, y la profundidad de campo disminuye.
Si hacemos un mismo retrato con un encuadre similar en lente gran angular frente a teleobjetivo, van a parecer dos personas diferentes.
La deformación de la lente según la distancia focal puede favorecer a una persona, o hacer el efecto contrario.
Cada persona tiene una lente que le puede favorecer más.
El 50mm es por excelencia la lente más normal, la que retrata a las personas de la forma más parecida a lo que vemos con nuestros ojos. Pero tal vez prefieras hacer que los rasgos de un retratado parezcan más planos o más voluminosos, eso puedes ajustarlo con la selección de la distancia focal.
Además, si quieres separar a la persona del fondo y del entorno, puedes usar un teleobjetivo. Y si quieres presentarla en un escenario y destacar más el entorno, puedes encuadrarla en angular. En el curso de retrato profesional en vídeo verás estos ejemplos de manera audiovisual, donde retratamos al mismo modelo con diferentes lentes para ver el efecto en vivo, y así entender qué tipo de lente compensa utilizar en cada momento.
6. LA PSICOLOGÍA DEL RETRATO
Mi manera de tratar con los modelos cambió mucho cuando leí el libro “Cómo hacer amigos e influenciar a las personas”. No para manipular a nadie, ni para hacer amigos… sino para conocer estrategias psicológicas para caer bien a una persona rápido, para generar un impacto… lo que se resume en resultados fotográficos más impactantes. Y es que como ya vimos en un punto anterior, entablar una confianza con el modelo es fundamental.
Mi primer consejo para entender la mente de un retratado, es que seas tú mismo la “víctima”. Ponte en las manos de otros fotógrafos y deja que te hagan fotos. Si son desconocidos, mejor. Así podrás saber lo que se siente, cómo es el trato que te dan, de qué forma te sientes más seguro… Este es un consejo que doy siempre a mis alumnos de fotografía de desnudo.
Si vas a retratar a otras personas sin ropa, primero debes saber lo que se siente.
Algo que a muchas personas les ayuda a aumentar su estima y continuar con optimismo la sesión de fotos, es enseñarle los resultados (cuando tengas buenas fotos que puedas enseñar), y decirle que lo está haciendo muy bien. Que sale muy guapo. Que tiene mucho arte, que se le da bien posar… si haces esto siempre desde el respeto y sin segundas intenciones, el modelo adquirirá una confianza añadida que se reflejará en las fotografías.
Y todos los demás trucos te los puedo resumir en uno muy sencillo: empatía.
Si quieres que la persona sonría, sonríe tú, mantente positivo. Sin embargo, si estás fotografiando a un desconocido y quieres pillarle una mirada ruda… tal vez debas empatizar con ello también. Ponte siempre en la mente de la persona a la que estás retratando.
7. CUIDADO CON EL RETOQUE
Creo que ambos (Bambú y Kike), somos partidarios del retoque natural, y de dedicar más tiempo a la acción que a la postproducción. No quiere decir que esto sea lo necesario, tal vez tu estilo sea 90% retoque y eso no es malo, ya sea porque quieres dejar la foto limpia con un alto grado de perfeccionismo, o porque te dedicas a la fotografía de fantasía.
Pero lo que si queremos recomendarte, es que no confíes tu trabajo al ordenador. El “ya lo retocaré luego” no funciona.
Si la luz no es buena, si la foto la has desenfocado, si el modelo tiene un mal gesto, o si te salió trepidada… seguro que puedes intentar arreglar un poco en retoque, pero no será lo mismo. Si una foto no te gusta cómo quedó en cámara, no digas “ya lo retocaré”, mejor hazlo en la toma.
Ahórrate disgustos, y no pierdas el tiempo en el ordenador. Una buena foto debería serlo directamente en la cámara, independientemente de si luego vas hacer muchas fantasías de retoque o no.
Ahora, respecto a la ética del retoque de piel, quitar granos, imperfecciones, modificar el cuerpo… etc. Cada quien es libre de editar como quiera, es algo completamente lícito y es un estilo artístico más. Eso sí, si vas a hacerlo de forma exagerada, consúltalo con el modelo, o advierte que tu estilo fotográfico se basa en eso. Es posible que el retratado esté esperando una fotografía natural, y se encuentre con una modificación exagerada de su cuerpo que no estaba esperando.
A casi nadie le importa que le quites un grano molesto que le salió en la frente el día que le hiciste la sesión, pero si le vas a poner las tetas más grandes, a cambiarle el color de los ojos o a quitarle 30kg de peso licuando en Photoshop, tal vez se genere una situación incómoda si no hay un previo aviso.
8. EL PODER DE LA MIRADA
Hay miles de efectos compositivos, seguro que muchos de ellos ya los conoces. La regla de los tercios, contrastes, horizontes… pero hay algo muy potente y exclusivo de la fotografía de retrato, que diría que es lo más potente a la hora de componer una fotografía con personas: la mirada.
Se han hecho varios estudios que demuestran que cuando miramos una fotografía donde hay una persona, lo primero en lo que centramos la atención es en los ojos de esa persona.
Tal vez por simpatía, porque nos reconocemos a nosotros mismos, siempre un humano va a destacar más que una flor en la foto (siempre que hablemos de tamaños similares y una importancia destacada en el encuadre).
Por eso, ten esto siempre en cuenta a la hora de componer. Si la persona mira directamente a cámara, puede funcionar una composición en el centro del encuadre.
Si mira hacia un lado, inmediatamente nuestros ojos van a seguir esa mirada para ver “qué está mirando el modelo”. Así que si hay más cosas de interés en el encuadre, podemos poner a la persona mirando hacia esa dirección.
También, si la persona mira hacia un lado, produce armonía si dejamos “aire” en ese lado del encuadre.
Sin embargo, si queremos producir algo de tensión, podemos colocar a la persona mirando hacia fuera del encuadre, con poco aire entre medias, y dejar el aire al otro lado del cuadro.
9. PRESTA ATENCIÓN AL ENCUADRE
Sí, el primerísimo primer plano de una persona mirando a cámara siempre funciona, es impactante y no hay que dejar de hacerlo. Pero un retrato va más allá de una foto de carnet. Prueba también de espaldas. Desnudo. En contraluz. De lejos. De muy cerca. Retratos más allá de los primeros planos…
Estudia los tipos de plano que existen (general, plano americano…) y aprovecha cada uno de ellos para darle un toque a cada imagen. Ahora, un detalle importante con los planos: cuidado con los encuadres que acaban en las extremidades. Si cortas una foto justo por los tobillos o muñecas, puede dar una sensación desagradable de amputación.
En ocasiones, nos interesa generar “tensión” o provocar sentimientos diferentes. En esos casos, puede funcionar hacer encuadres mal a propósito, como dejar poco aire, o un aire exagerado, cortar el encuadre por partes raras, girar horizontes, desenfocar a la persona a propósito… saltarse las normas establecidas también es divertido y creativo.
10. NUNCA DEJES DE FORMARTE
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